Cada vez se escucha más esta expresión en nuestro entorno laboral, y cada vez son más las empresas que quieren que sus trabajadores estén formados para conseguir salir de situaciones difíciles para el trabajador y para la empresa de la mejor manera posible.
VUCA es el acrónimo que describe entornos caracterizados, por:
Cuando se habla de entornos VUCA se tienen en cuenta dos variables, por un lado, cuánto sabemos de la situación concreta en que nos encontramos y cómo podemos predecir los resultados de las acciones que llevemos a cabo; son situaciones en las que nuestros conocimientos y competencias estáticas no son suficientes.
Como se puede suponer, los entornos VUCA exigen personal entrenado en una serie de habilidades que les permita acomodarse y reaccionar mejor a los desafíos a los que se enfrentan en determinados momentos.
En todos los trabajos se dan situaciones que engloban entornos VUCA, aunque obviamente, dependiendo del sector y de la empresa estas situaciones serán más o menos frecuentes.
Para enfrentarse a la Volatilidad, hace falta demostrar una visión clara de la empresa, especialmente de sus objetivos y valores, evitando perder la identidad de la empresa y podrá ser comunicada claramente a clientes e inversores. Esto ayudará a marcar una diferenciación con otras empresas.
Ante la Incertidumbre, el entendimiento. Si conoces en profundidad las estrategias que la empresa puede de llevar a cabo podrás ofrecer una respuesta más rápida ante los cambios.
Frente a situaciones Complejas, demostrar coraje y valentía a la hora de afrontar los desafíos. Tomando decisiones que entrañen peligros se podrá utilizar la ventaja de la incertidumbre y desmarcarse de la competencia.
Y ante la Ambigüedad, la adaptabilidad. En entornos tan cambiantes, la flexibilidad es clave para afrontarlos.
Se trata por tanto, de conseguir que mediante formación y entrenamiento consigamos que nuestras empresas las formen trabajadores y empresarios con visión y capacidad de adaptación, necesitan aprender rápido y de forma continuada, con ideas claras sobre todo lo relacionado con la empresa, capacidad y habilidad para actuar de forma decidida, capaces de adaptarse positivamente a situaciones adversas (resilientes), muy ágiles en el proceso de toma de decisiones, dotados con la empatía necesaria para construir consensos, generar compromiso e inspirar.